jueves, 22 de febrero de 2018

Comunicación

Tu consumidor es el centro del mundo (de tu mundo)
Cualquier cosa que hagas en tu empresa, debe ir enfocada a satisfacer las necesidades de tu consumidor. No trates de crear o comercializar productos que a ti te gusten, sino los que gusten a tu público objetivo. Para ello debes conocer al detalle cómo es, qué tiene y qué no tiene, qué le gusta y qué le gustaría, cómo satisface sus necesidades, qué aspiraciones tiene y cómo puedes ayudarle a conseguir todo eso.
Personalizar la comunicación y los productos y comunicar según el contexto
Siempre se ha dicho que no tienes que hacer la publicidad que a ti te guste, sino la que gusta y convence a tu consumidor. Cuántas veces hemos visto fracasar anuncios y publicidades, y a sus responsables diciendo: “no lo entiendo, si el anuncio era muy bueno y me gustaba mucho”. Bueno puede que a ti te encante, pero que a ojos de tu público objetivo, esté a años luz de captar su atención, y mucho más lejos aún de interesarle lo más mínimo.
Ser auténtico
Con tu producto, con tus empleados, con tus clientes, con tu público objetivo. No hay otra forma de tener un éxito prolongado, que siendo auténtico en lo que fabricas o haces, en lo que vendes, en lo que comunicas. Dice el refrán que “las mentiras tienen las patas muy cortas”, y es cierto, si engañas, puedes tener éxito durante un tiempo, pero tarde o temprano, acabarán descubriendo tus falsedades y te irán abandonando.
No digas en tu comunicación, cosas que tu producto no tiene. Cualquier producto puede tener sus propias bondades sin necesidad de recurrir al engaño. Puedes destacar el precio, la calidad, la originalidad, la creatividad, la durabilidad, cualquier cosa que tu producto tenga y que sea cierta.
Dar valor a las experiencias
La experiencia de cualquier persona con los productos que compra o adquiere, determina la fidelidad a ese producto. No hay mejor forma de fidelizar a tus clientes, que consiguiendo que su experiencia con tu producto, cumpla con creces las expectativas depositadas en él, en el momento de la compra.
Si tras la compra, la experiencia de tu cliente con el producto ha cubierto o incluso sobrepasado sus expectativas iniciales, es muy fácil que repita nuevamente. De lo contrario, lo perderás como cliente para siempre.
Responder a máxima velocidad
¿Y después de la venta?, ¿Y después de la comunicación?. ¿Y después del mensaje?
Responder, responder y responder, y lo más rápido posible y lo más eficazmente posible. Cuando hemos recibido un impacto de comunicación y nos interesamos por el producto, y estamos en buena disposición hacia él, hay que estar prestos a satisfacer al posible cliente con la mejor y más convincente respuesta.
Cuando nos han comprado un producto y el cliente requiere un servicio post-venta, hay que estar prestos a satisfacer todas su necesidades de la mejor forma y la más rápida y eficaz.
Un buen servicio post-comunicación o post-venta, es la mejor forma de ganar un cliente y mantenerlo en el tiempo.