La verdad sea dicha,
debido a mi profesión siempre me he movido en ámbitos en los que de escuchan
palabras extrañas y lenguajes algo extraños. Sí, en el mundo de la publicidad y
del marketing se es muy aficionado a mezclar las palabras inglesas en las conversaciones
profesionales entre compañeros, en presentaciones a clientes, etc. Eso siempre
se supone que da una imagen de que se sabe mucho más de lo que en realidad se
sabe. Pero bueno, al fin y al cabo, son palabras y frases llegadas ambos de las
Américas y que suenan muy chulas según algunos. A mí personalmente, siempre me
ha gustado más utilizar el castellano y alejarme de esas palabras anglosajonas
que tanto molan, claro sin llegar al extremo de decir “mercadeo” cuando me
refiero al marketing, ni decir tampoco “cartear” cuando se habla de mailing.
Pero bueno, quitando unas pocas palabras, el resto se pueden decir
perfectamente en castellano y así nos entendemos todos más fácilmente.
En fin que tras esta
introducción rollete, lo que yo quería decir es que estoy comprobando que el
lenguaje castellano que yo aprendí, el significado de las palabras que a mí me
enseñaron, debe haberse quedado anticuado porque ya no vale. Las cosas ya no
significan lo que han significado toda la vida, y estamos llegando a un punto
que nos va a ser necesario a todos volver a pasar por la primaria del cole. Al
final va a resultar que la demostración matemática que me hicieron cuando yo
era jovencito de que dos es igual a cuatro, es dogma de fé.
Bien repasando lo
escuchado los últimos días, vemos el tema del lenguaje que decía.
- Resulta que la “amnistía fiscal” no es tal
amnistía, sino un “gravamen” que se pone al dinero que es aflorado por esos que
lo tienen.
- Por otro lado los “defraudadores” no son tales,
sino personas muy listas e inteligentes que han estado guardando el dinerito
para traerlo ahora que nos hace falta y encima pagando un 10%.
- Por otra parte los recortes de dinero en servicios
tampoco son lo que creemos, son simples “ajustes” derivados de que antes no
habían sabido ajustarlos.
- Los despidos de gente en las empresas no son
despidos, sino acciones encaminadas a hacer las empresas sostenibles.
- En Madrid parece ser que la subida de las tarifas
del Metro, no son tales subidas, sino todo lo contrario, bajadas de los descuentos
que antes se realizaban.
- Los abonos del Metro y esas cosas ahora parece que
se llaman “forfaits”.
- Nos dicen que están trabajando para dar un “giro
radical” a los temas que la “evolución cíclica” viene generando.
- La gente que está en paro y no encuentra empleo,
no son desempleados sino personas que se han tomado la jubilación muy pronto,
las vacaciones muy largas o que prefieren realmente la vida contemplativa.
- Las mujeres que deciden no tener hijos, realmente
no son mujeres sino un ente extraño e incalificable que pulula por las calles,
las casas y los trabajos.
Y en fin, así podríamos
continuar disertando sobre la “inmortalidad del cangrejo ermitaño” o sobre la “incidencia
periódica de la contingencia alcista de los niveles medios” hasta que los que
están decididos a ahogarnos, tengan a bien aflojar un poco la mano que nos está
estrujando el cuello, y podamos tomar aunque sea un poquitín de aire fresco,
eso sí, dándoles las gracias infinitas por ello y mostrándonos dispuestos a
realizar cualquier sacrificio y empobrecimiento que nos sea requerido.
Ayy si no fuera por estos
desahogos, donde estaríamos ya.
Por cierto que se me
olvidaba, para los aficionados a las matemáticas (sencillotas ehh), ahí va esa
demostración de que hablaba antes.
- Bien partimos de la sencilla premisa siguiente:
o
a = 2
o
b = 2
- Tenemos que:
o
a = b
- Si multiplicamos una igualdad por el mismo número,
la igualdad se mantiene, por tanto multiplicando a ambos por a:
o
a2
= ab
- Ahora restamos la misma cantidad a ambos lados con
lo que la igualdad se sigue manteniendo, es decir:
o
a2
- b2 = ab - b2
- En el primer miembro tenemos una diferencia de
cuadrados que es suma por diferencia, y en el segundo podemos sacar de factor
común a b, de forma que nos queda:
o
(a + b) (a
– b) = b (a – b)
- Dividimos a ambos por (a-b) y nos queda entonces:
o
a + b = b
- Osea ni más ni menos que 4 = 2
De modo que amigos, habrá
que prepararse para que nos paguen como 2 y nos cobren como 4 y para que las
empresas que están ganando 4 en realidad nos convenzan de que sólo están
ganando 2.
Resumen:
o
a = 2
o
b = 2
o
a = b
o
a2
= ab
o
a2
- b2 = ab - b2
o
(a + b) (a
– b) = b (a – b)
o
a + b = b
o
4 = 2
Así es la vida.
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