martes, 22 de mayo de 2012

Venga va, hablemos de marketing... "de distracción"

Aprender, aprender esa es la mayor satisfacción que uno puede tener en ésta vida, lástima que ahora los gobernantes parecen empeñados en ponerlo más difícil con los recortes en educación, los incrementos de las tasas universitarias, la mayor dificultad para el acceso a becas y algunas otras cosas más. Parece que el nivel de excelencia que tanto pregonan no se basa en que todos tengan la posibilidad de acceder a más y mejor educación, sino en que los que más tienen vayan estableciendo sus diferencias desde temprana edad.

Una pena y una lástima porque las desigualdades sociales y las desigualdades en el acceso al futuro de todo ser humano siempre terminan creando muchos problemas a la sociedad, y en no pocas ocasiones, problemas que terminan de forma violenta. Esperemos no llegar nunca a esos extremos, pero están lindando ya los límites de la paciencia y buena voluntad de muchos.

Pero bueno, yo de lo que quería hablar era de marketing, y en particular de esas nuevas concepciones de marketing que últimamente estamos aprendiendo de los políticos. Yo no sé por qué pero últimamente se han vuelto todos muy creativos e imaginativos, tanto en su forma de hablar con ese lenguaje que no entienden ni ellos mismos, como en sus acciones y declaraciones.

Entre los más creativos yo creo que podemos destacar a Esperanza Aguirre, mujer en mi opinión sin fondo, y capaz de decir y hacer cualquier cosa que se le ponga por delante, sin el menor rubor ni vergüenza.

Pues bien yo creo que nuestra amiga es una experta en el "marketing de distracción", vieja técnica de venta de antiguos mercaderes, curanderos y otras artes del engaño, consistente en darte una "pesetilla" con la mano derecha por delante al mismo tiempo que con la izquierda y por detrás te están limpiando el "duro" que llevas en el bolsillo. Dicho de otro modo, vocear alguna cosa alto y fuerte y que implique una atención y discusión por parte de la audiencia, para tapar alguna otra cosa que podría perjudicar sus intereses.

Nos lo viene demostrando de vez en cuando y la última demostración es airear las potenciales pitadas que se pueden producir en el partido de final de la Copa del Rey hacia la bandera, el himno o quién asista de la familia real, para que nos olvidemos todos del déficit duplicado de Madrid, de la huelga de educación, de los sangrantes recortes y de la venta de Telemadrid a algún amiguete y fiel seguidor.

Toda una experta la señora Aguirre en el marketing de distracción, y seguimos tragando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario