Al no ser una ciencia exacta, los principios básicos sobre los que se asienta, no son en ningún caso principios inmutables e inamovibles, sino que evolucionan con la evolución de la sociedad, y sufren constantes cambios derivados de las diferentes culturas y formas de vida de las personas, y del constante desarrollo social, económico y tecnológico.
En cualquier caso, lo que sí se puede afirmar, es que es una ciencia que se origina a partir del comportamiento humano, se explica por él, y se aplica al desarrollo del mismo comportamiento humano.
Como pensamiento general, podemos afirmar que éste comportamiento se basa en dos aspectos básicos:
1.- Normas
sociales, formas y hábitos de vida derivados de las tradiciones y las
costumbres.
2.- Normas
sociales, formas y hábitos de vida derivados del desarrollo social
Las
tradiciones y costumbres, tomados como formas de vida, hábitos y necesidades de
los hombres, suelen representar principios básicos y primarios que evolucionan
muy poco y muy lentamente. Son las que se corresponderían con el primer escalón
de las jerarquías de necesidades explicado por Maslow por medio de su famosa
pirámide.
Por
otra parte, el desarrollo social, es rápido y constante, y especialmente en las
últimas décadas, suele suponer cambios bruscos en los hábitos y necesidades.
Atendiendo
a éste desarrollo, que se correspondería con lo que son las jerarquías
superiores de Maslow, los cambios, las necesidades reales o generadas y las
formas en que éstas se satisfacen, cambian con una rapidez inusitada.
Por
ello, el Marketing, atendiendo a estos dos aspectos, debe contemplar ciertos
principios básicos fundamentales, que son de ayer, hoy y mañana, y otros que se
deben ir adaptando al desarrollo social y humano.
Estas
últimas afirmaciones, nos llevan al concepto del Marketing desde el punto de
vista de las teorías escritas, unas que permanecen en el tiempo, y otras que se
van adaptando a los cambios. Tenemos por tanto:
- Un
“Marketing teórico básico”, y
- Un
“Marketing teórico en evolución”.
Adicionalmente
a lo anterior, nos encontramos con la realidad del día a día, con lo que más
allá de lo que está escrito en los libros de texto y de consulta, se va
escribiendo “virtualmente” por parte de los protagonistas de la vida
empresarial, con sus estrategias, estudios, dudas, aciertos y fracasos, es
decir, con el “Marketing como práctica empresarial”. En
éste caso, la teoría en general, se ve en numerosas ocasiones sobrepasada por
la práctica.
Ello
es debido a que, el “marketing teórico” se vería como un “ente en sí mismo”,
que sólo tendría en cuenta la materia de la que trata y las relaciones de
mercado en situaciones “ideales y asépticas”, es decir, en situaciones de no
influencia de ningún aspecto de la vida social, económica y empresarial, ni del
resto de actividades y funciones de las empresas, mientras que el “marketing
práctico” está contaminado y condicionado por la realidad empresarial, que en
muchas ocasiones influye más en su desarrollo que el propio mercado.
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